Recientemente el relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Calí Tzay, estuvo en Colombia y su paso por los departamentos del Cesar, La Guajira, Leticia y Cauca, fueron suficientes para confirmar el abandono estatal en el que están sumidas las comunidades indígenas de estas regiones.
La situación más alarmante involucra a los menores de esas comunidades, donde el experto conoció impactantes casos de reclutamiento por los grupos armados que tienen incidencia en esos territorios y pudo evidenciar que los niños prefieren quitarse la vida antes de ser reclutados por los grupos armados.
“Hay niños de 6, 7 y 8 años que están siendo reclutados y es una situación que es preocupante porque viola el Derecho Internacional Humanitario por la utilización de niños en un conflicto que desafortunadamente los afecta a ellos directamente, porque ha habido suicidios e intentos de suicidio y cuando han hablado con los niños de intento de suicidio lo que ellos exponen es que es la única forma que ellos han encontrado de liberarse de estos reclutamientos forzosos”, señaló Francisco Calí Tzay.
Los grupos armados utilizan a los menores para hacer inteligencia, se los llevan por varias semanas para liberarlos después, aparentemente, pero lo que hacen es infiltrarlos en sus comunidades como informantes. “En algunos casos, los menores reclutados no son aceptados de vuelta por sus familiares, quedando en una situación de abandono que los lleva a la indigencia, adicción o inclusive la prostitución”, explicó.
Por ello, el relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Calí Tzay, pidió al Gobierno colombiano una intervención integral en los pueblos indígenas y velar por su máxima protección.