El caso es el centro de las miradas y rechazo a nivel mundial y se registra en Pakistán.
La situación tiene como protagonista a un niño Hindú de 8 años, quien es acusado de orinar intencionalmente en una biblioteca de la madraza.
El menor estuvo bajo custodia policial acusado de blasfemia, pero luego de varios días recuperó su libertad.
Según The Guardian, la familia del menor está escondida y muchos miembros de la comunidad hindú en el distrito conservador de Rahim Yar Khan, en Punjab, han huido de sus hogares después de que una multitud musulmana atacará un templo indú luego de la liberación del niño.
You are free to go you temple? Watch this brazen attack on a temple in the broad daylight.
Another bad day for #Hindus as Ganesh #Temple in Bhong city of Rahimyar Khan was attacked by miscreants. The beasts daringly live telecast the attack on Facebook: https://t.co/uVq8UYBkQB pic.twitter.com/SzGrtIxEzk
— Kapil Dev کپل دیو (@KDSindhi) August 4, 2021
Kapil Dev, activista de derechos humanos, reprochó las acusaciones contra el menor y exigió que se le retiraran los cargos. Asimismo, explicó que la violencia contra los hindúes ha incrementado en los últimos años.
“Exijo que se retiren inmediatamente los cargos contra el niño e insto al gobierno a brindar seguridad a la familia y a los que se ven obligados a huir”, resaltó
Mientras, Imran Khan primer ministro de Pakistán, rechazó los actos de violencia y ordenó tomar medidas contra las personas intolerantes. Además, se comprometió a restaurar el templo.
Este niño se convierte en la persona más joven acusada de blasfemia en Pakistán, y estos cargos lo llevarían a enfrentar la pena de muerte.