La protagonista de este terrible hecho, es Brenda Spencer una adolescente nacida en San Diego (California Estados Unidos) el 3 de abril de 1962.
“Vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, así que eran blancos fáciles para mí” Así observo Brenda a sus victimas mientras esperaba el momento para disparar.
Durante seis horas los investigadores intentaron persuadir a la joven para que saliera donde se encontraba atrincherada, y solo lo consiguieron cuando le ofrecieron una hamburguesa de Burger King.
Spencer asesino a dos personas y dejo ocho mas heridas de gravedad, todos eran pertenecientes a su antiguo colegio.
Al momento de rendirse y estar bajo custodia policial varios periodista le preguntaron sobre sus motivos para realizar el tiroteo. La joven con una sonrisa en el rostro, respondió: ” No me gustan los lunes”
Según la Vanguardia.com Brenda odiaba su físico. Era peli roja de piel muy blanca, repleta de pecas y con grandes gafas para la miopía. Una mezcla que siempre detestó y que le llevó a incumplir normas continuamente.
Su padre le regaló un rifle que Brenda le pidió para navidad, marca Ruger semiautomático calibre 22 milímetros con mira telescópica, incluido 500 bales de munición el cual uso para la matanza.
La mañana del 29 de enero de 1979 Brenda materializó el hecho homicida, se despertó aburrida puso algo de música y comenzó a dar vueltas en el cuarto, se asomó por la ventana y sin medir palabras cogió su rifle y comenzó a disparar.
Brenda fue acusada de asesinato en primer grado y asalto con arma mortal y juzgada como una adulta y condenada a cadena perpetua revisable.
A sus 53 años Brenda continua recluida en a cárcel de Corona, a la espera de poder conseguir libertad condicional y pese a sus solicitudes, el Juez considera a esta asesina un peligro para la sociedad.
