¡El DESASTRE ES GRANDE! es irónico que nuestro mayor afluente, el tesoro de los vallenatos, nuestro orgullo; el inspirador de muchas historias, allá donde los fines de semana se comparte con amigos, familiares y se disfruta de un buen sancocho, donde muchos presidentes y políticos vienen a disfrutar de las frías aguas del guatapurí y tener una postal para redes sociales (solo eso, porque de inversión nada), de esto con el pasar del tiempo no quedaran si no las historias de los buenos momentos, porque a parte de los desvíos hoy el el río Guatapurí es “La nueva escombrera en la margen derecha”
Tal vez suena duro decirlo, y muchos como es costumbres dirán “Este es alarmista, quien dijo eso” pero lo cierto es que desde hace mucho tiempo autoridades y ciudadanía hemos sido permisivos y porque no decir culpables de lo que vive el río Guatapurí.
Parece ser que en Valledupar fuéramos emocionales y de momentos, en época de sequia es donde salen a relucir los desvíos a los que esta sometido el río tanto en la parte alta como baja, las malas practicas agrícolas y el bajo de nivel que sufre el afluente, a esto se suma la problemática de años de familias enquistadas en la margen derecha, si mal no recuerdo van mas de 3 reubicaciones, pero ocurre que en vez de mejorar la situación aparecen de la noche a la mañana más familias.
Muchos dirán “La mayoría de quienes hoy están allí son venezolanos” porque echarse esa mentira y estigmatizar y causar mas angustias a estas personas que hoy no pasan los mejores momentos en sus vidas, el problema es nuestro, de falta de empatía, sentido de pertenencia, alguien decía: ¡El amor no es de boca; se demuestra! y es cierto hay que entender que el río no es de unas familias y mucho menos del Alcalde o Gobernador, nos pertenece a los más de 400 mil habitantes que hoy tiene Valledupar, quienes debemos dar la batalla por nuestro afluente.
Hace días entrevistaba a Luis Maestre quien se desempeña como vigía ambiental y señalaba ” Ya estamos cansados de llevar pedagogía, hemos hecho muchas y no es posible lograrlo” esto indica que el tema es de autoridad, que quienes hoy fungen como funcionarios públicos tienen el deber de tomar acciones en beneficio del guatapurí, y estas tienen que ser inmediatas, le harían un gran honor al río en recomponer lo que durante mucho tiempo a estado reclamando, AMOR Y CUIDADO.
Cuanto hubiera querido Miguel Sierra (Que en paz descanse) ver al río Guatapurí libre de contaminación y de desvíos, pero no pierdo la esperanza, que con la acción popular interpuesta por el doctor Gustavo Cabás y compañía, y el monitoreo que viene realizando Luis Maestre, todo esto de su resultados y haga ver a la ciudadanía y autoridades lo desentendidos que estamos con el Rey del Valle.
Por. Arturo Alfaro Cujia – Director Informativo33Grados/Enteratevalledupar
