Un equipo que nació del corazón de los vallenatos para escribir su propia historia.
El 16 de enero de 2024 se convirtió en un día inolvidable para Valledupar. Ese día, Alianza Fútbol Club vio la luz, no solo como un proyecto deportivo, sino como un sueño colectivo de una región que anhelaba vibrar con el fútbol profesional colombiano. Fue el comienzo de una historia que no solo pertenece a los jugadores o directivos, sino a toda una comunidad que encontró en este equipo una razón más para sentirse orgullosa de sus raíces.
El 24 de enero, el corazón de la ciudad latió más fuerte. En Puerta del Sol, ante cientos de aficionados emocionados, Alianza FC presentó oficialmente a su plantilla. Fue un encuentro único entre el club y la gente, un abrazo cálido que dejó claro que este equipo no solo busca competir, sino también formar parte de la identidad vallenata. Desde ese momento, quedó sellada una alianza que trasciende lo futbolístico.
El primer año de Alianza FC estuvo lleno de emociones encontradas. Su debut en la Liga BetPlay contra Atlético Nacional fue un bautismo de fuego, donde, a pesar de la derrota, Leonardo Saldaña marcó un gol que quedó grabado como el primero en la historia del club. Pero la verdadera magia ocurrió en su primer partido en casa. El Estadio Armando Maestre Pavajeau, convertido en un templo de pasión, fue testigo de un empate 3-3 frente al Deportivo Cali que dejó al público con lágrimas en los ojos y el alma llena de orgullo.
Sin embargo, como todo comienzo, este primer año trajo también pruebas difíciles. Alianza FC cerró el torneo en el penúltimo lugar, mostrando que aún queda mucho camino por recorrer en su búsqueda de consolidarse en la élite del fútbol colombiano. En la Copa Sudamericana, lograron una histórica victoria ante Unión La Calera, pero el sueño internacional quedó trunco en la fase de grupos. A pesar de todo, el equipo nunca dejó de luchar, y sus hinchas nunca dejaron de creer.
Alianza FC no es solo un equipo de fútbol. Es una representación de la valentía, el trabajo arduo y el espíritu resiliente de una ciudad. Cada partido en el Armando Maestre Pavajeau fue un canto a la esperanza, un grito de aliento desde las gradas que resonaba como un eco en el alma de Valledupar. Los hinchas llenaron el estadio con la fe intacta, sabiendo que este es apenas el comienzo de una gran historia.
Hoy, al celebrar su primer aniversario, Alianza Fútbol Club mira hacia el futuro con optimismo. Este equipo, nacido del corazón de los vallenatos, es la prueba de que los sueños pueden hacerse realidad cuando se cree en ellos con pasión. ¡Feliz aniversario, Alianza Fútbol Club! Que este sea solo el prólogo de una épica llena de triunfos, orgullo y unión para todo Valledupar.