En los últimos días se ha vuelto popular un premio que está otorgando un ciudadano de Valledupar, a entidades y funcionarios que con sus acciones hacen méritos para ser acreedores de este galardón.
La iniciativa de Daniel Daza de entregar la estatuilla del ‘mojón de oro’ nace del de su descontento por problemáticas que por años ha enfrentado la ciudad.
En ese sentido, una de las instituciones a las que este joven galardonó fue el INPEC:
“Lamento informarle que el INPEC ha sido galardonado con el Premio Mojón de Oro, categoría SUMA INGRATITUD, en reconocimiento a su tristemente célebre actuación que ha contribuido al deterioro de la calidad de vida de los habitantes de Valledupar”, expresó Daza en una carta enviada al director de la institución.
Asimismo, indicó que lo que buscaba con esta ‘distinción’ es hacer un llamado enérgico al INPEC para que rectifique los errores del pasado y busque soluciones efectivas a la problemática de seguridad que afecta al municipio.
Dicha carta fue respondida en las últimas horas, donde manifestaron entender su inconformidad al otorgar el premio. “Es una manifestación clara y propia de su descontento y de su sentimiento como ciudadano. Sin embargo, es importante abordar esta situación de manera constructiva, profesional y basada en el respeto, para buscar soluciones efectivas desde el diálogo abierto y constructivo entre la comunidad, las autoridades locales y el INPEC.”
Daniel Daza compartió el documento en sus redes sociales afirmando que es increíble que la institución ahora aboque por un diálogo abierto y constructivo después de haber ignorado por completo a Valledupar al construir ‘La Tramacúa’. “¿Dónde estaba ese diálogo cuando incumplían la escritura pública 310 del 17 de febrero de 1998 y engañaban a la comunidad?”, manifestó.
