En un hecho que estremeció a la ciudad de Cali, Harold Andrei Echeverry Orozco, de 40 años de edad, enfrenta ahora las consecuencias de su terrible acto al ser enviado a prisión por el feminicidio de una menor de 15 años. Durante la audiencia pública, el acusado confesó su culpabilidad y expresó su arrepentimiento ante la familia de la víctima y la sociedad en general.
La Fiscalía General de la Nación lideró un exhaustivo trabajo de investigación en colaboración con diversas entidades, entre ellas fiscales del Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género de la Delegada para la Seguridad Territorial y un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Cali, con el apoyo de la Sijín de la Policía Nacional y Mecal. Este esfuerzo conjunto permitió la captura de Echeverry Orozco con una orden judicial el pasado 11 de diciembre en Villavicencio (Meta), donde intentaba evadir la justicia.
Los hechos que rodean este caso son desgarradores. Según los elementos materiales probatorios y la evidencia física recabada, el implicado, mientras cumplía su turno de vigilancia en un taller automotriz del barrio San Judas en Cali, abordó a la menor, la incomunicó y perpetró el ataque mortal. Luego de cometer el feminicidio, desmembró el cuerpo de la víctima y lo ocultó en bolsas plásticas. Además, se reveló que el acusado aprovechó su posición para hurtar una motocicleta y escapar del lugar del crimen.
El fiscal del caso imputó a Echeverry Orozco los delitos de feminicidio agravado y hurto calificado y agravado. Durante la audiencia, el acusado admitió su responsabilidad y solicitó perdón, gesto que no eximió de la aplicación de la justicia.
El juez de control de garantías, tras escuchar la confesión y considerando la gravedad de los cargos, acogió la solicitud de la Fiscalía y dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario para el investigado. Este giro en el proceso representa un paso crucial hacia la búsqueda de justicia para la víctima y sus seres queridos.
