La inscripción del Comité que promueve la revocatoria del mandato al alcalde de Valledupar Mello Castro ha encendido la polémica y el tema acapara la atención de los vallenatos.
Como su antagonista que fui en el proceso electoral que lo llevó al cargo considero un deber con los 70.000 conciudadanos que me acompañaron en esa justa pronunciarme al respecto.
Consecuente con mi talante de mesura y respeto he sido prudente al referirme a la falta de logros de la administración municipal que dirige el Mello; soy consciente de las circunstancias adversas que le ha tocado enfrentar en estos tiempos de pandemia, para lo cual nadie estaba preparado y, parece, que él mucho menos.
La percepción general es la de un mandatario desconectado de su pueblo, con un equipo de gobierno opaco y errático, sin un norte definido, que si lo tiene no ha sabido comunicárselo a los vallenatos; vemos una administración municipal perdida en lo baladí mostrando como grandes logros reparar huecos o eliminar basuras en las calles, acciones que no llegan a constituir lo que Rodolfo Campo Soto denominó en su momento como la Revolución de las pequeñas cosas.
Una administración que elude referirse a los problemas cruciales que nos aquejan como son la crisis de Emdupar, la modificación del POT que se requiere, la inseguridad y la ola delictiva que se acrecienta día a día, el desempleo, el embarazo adolescente, la conectividad, la movilidad, etc., etc.
Si confrontamos el Plan de Desarrollo del alcalde Castro con sus logros y realizaciones a la fecha de hoy podemos observar que ha incumplido más de 100 acciones o tareas y que solo ha ejecutado parcialmente algunas 15 https://docs.google.com/file/d/1yCM1XLELHAcJcDB9yVTG4mnSWNJh_AJs/edit?usp=docslist_api&filetype=msexcelsin que se aviste que se proponga recomponer el rumbo.
Así las cosas, consideramos que sería contraproducente embarcarnos en una revocatoria del mandato, sería apartar al funcionario de sus compromisos y llevarlo nuevamente al terreno donde mejor se mueve y es experto, el de las campañas electorales, sería oxigenarlo y darle la oportunidad de apartar la atención de la ciudadanía de sus verdaderos intereses y llevarla a debatir sobre su permanencia el cargo y, de ser revocado su mandato, escudarse en que sus contradictores políticos le impidieron llevar a cabo una buena gestión de gobierno.
A quienes me han invitado a participar en las jornadas de revocatoria, a quienes han consultado mi parecer a ese respecto, a quienes me acompañaron en la gesta de POR TI VALLEDUPAR les manifiesto: NO PARTICIPO, NO APOYO, NO PROMUEVO la revocatoria del mandato al Mello Castro. No considero la revocatoria como una solución al desgobierno, pero sí exijo que el alcalde Castro asuma sus responsabilidades y cumpla con lo que le prometió al pueblo vallenato. La revocatoria sería un premio a la ineficiencia. ¡VALLEDUPAR NECESITA MÁS!
