Gobierno del Cesar ha sembrado más de 11 millones de alevinos, para la preservación y recuperación del recurso pesquero de la región.
Para Guillermo Contreras no existe una empresa más grande que la pesca; tiene 65 años, de los cuales 55 los ha dedicado a esta labor, que es el sustento de unas 2.000 personas en Gamarra y que ha trascendido generacionalmente en este municipio, y que recibe un nuevo espaldarazo del gobierno que lo hace mejor.
Contreras es beneficiario del proyecto de Recuperación de Ciénagas para garantizar la conservación y protección de los recursos naturales, liderado por el Gobierno del Cesar, con el que se realizó la siembra de 2 millones de alevinos de especie bocachico en los espejos de agua dulce El Juncal y Baquero, en Gamarra; y Doña María, en Aguachica.
Con estos, ya son 11 millones 700 alevinos los que ha liberado el gobierno que lo hace mejor durante estos 4 años en todo el departamento, para su repoblamiento Íctico y la preservación de las especies nativas en estos ecosistemas estratégicos, que garantizan la economía y la seguridad alimentaria de la población pesquera de la región.
“El compromiso es de todos nosotros para cuidar este recurso, por eso agradecemos mucho el respaldo por parte del Gobierno del Cesar. Ya por ahí en unos 8 meses se están viendo los resultados positivos de esta siembra”, dijo el pescador Guillermo Contreras.
Desde otro punto de la geografía, en El Juncal, el también pescador Reinel Reyes García, también hizo sentir su voz: “Esta siembra es de mucho beneficio para nosotros, porque de esto depende el sustento de nuestra familia y de otras poblaciones que vienen a comprar el pecado y lo distribuyen. La verdad, estamos muy agradecidos con la Gobernación por tener siempre en cuenta a la Asociación de Pescadores del Sur del Cesar”, dijo.
En esta zona, también se realizó el destaponamiento de 250 hectáreas de taruya, para un total de 1.100 en las ciénagas del centro y sur del departamento, un aporte a los procesos de recuperación ambiental de este complejo cenagoso. Así lo indicó el secretario de Ambiente del Cesar, Odacir Camargo.
“La taruya es una especie acuática que le roba el oxígeno a los cuerpos de agua, por tanto, disminuye la reproducción de la especie íctica nativa como el bocachico, deteriorando el ecosistema”, señaló Camargo, quien además indicó que con estas acciones se le da cumplimiento al 100 % a las metas establecidas en el Plan de Desarrollo Departamental Lo Hacemos Mejor.