El personaje central de la producción Horse-Being – ‘Ser-caballo’ – es Karen, de 50 años. Nacido hombre, tenía una vida normal, era profesor, casado y tenía una hija.
Cuando decide “asumir” su orientación sexual, había pagado un tratamiento y modificó su cuerpo, pasando a ser mujer.
Ahora, su objetivo es otro. Karen quiere vivir como un animal, más concretamente como un caballo. Él cuenta que esta idea le obsesiona desde que tenía siete años de edad.
Durante una broma en la escuela, el profesor pidió a que los estudiantes jugaran imitando un ‘caballito’.
Esta idea de ser un caballo se ha convertido en una fijación para Karen. “Tengo un caballo dentro de mí”, sentencia.
El protagonista realizó este documental en el 2016 para así presionar al Estado para que asuma los gastos y el proceso quirúrgico para este cambio que acuñó como transespecie.
Lo que más ha llamado la atención de su caso es que Karen pide al Estado que asuma el proceso y los costos de este cambio de género hacia la transespecie (personas que se consideran atrapadas en el cuerpo humano). De no hacerlo, se plantearía incluso acudir a los Tribunales por sentirse discriminada frente a los tratamientos hormonales de cambio de sexo, que ya cubre la Seguridad Social.
Más allá de su postura, nada se sabe acerca de la reacción de su ex mujer y, sobre todo, de su hija sobre este nuevo cambio de vida. Habrá que ver si Karen, finalmente, puede cumplir su deseo.
Por. El Minuto
