La Ministra de Justicia de Colombia, Ángela María Buitrago, presentó su renuncia irrevocable al presidente Gustavo Petro. La decisión, comunicada en una carta formal, cita “intentos de injerencia” en el Ministerio durante las últimas semanas como la razón principal.
La misiva, enfatiza la independencia de la ministra en sus actuaciones, rechazando cualquier tipo de influencia política, amenaza o persuasión externa. Fuentes cercanas al gobierno sugieren que estos “intentos de injerencia” se vienen presentando al menos desde marzo, intensificándose en las últimas semanas, llevando a la ministra a tomar la decisión de renunciar.
La renuncia de Buitrago ha generado un debate nacional. Mientras algunos analistas la califican como una pérdida significativa para el gobierno, otros ven la situación como un reflejo de las presiones políticas que enfrentan los funcionarios en el actual contexto político. La Ministra, considerada por muchos como una figura de gran integridad, ha declinado hacer comentarios públicos más allá de su carta de renuncia.
La renuncia de Buitrago plantea serios interrogantes sobre la transparencia y la independencia dentro del gobierno Petro. La aparente injerencia política en el Ministerio de Justicia genera preocupación sobre la gobernabilidad y la capacidad del gobierno para llevar a cabo sus políticas sin presiones externas.
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