En un giro inesperado de eventos, el Junior de Barranquilla, uno de los equipos más fuertes y con mayor expectativa en la Liga BetPlay, ha sido eliminado en la fase de los cuadrangulares. La eliminación llegó tras una derrota ante Millonarios en el estadio El Campín, un resultado que dejó al equipo sin posibilidad de disputar la gran final y defender su título.
El partido, que terminó con un marcador de 2-0 a favor de Millonarios, fue un reflejo de la campaña irregular que ha caracterizado al Junior este semestre. Un autogol de Jermein Peña y un gol de Juan Carlos Pereira sellaron el destino del equipo barranquillero en un encuentro donde la falta de puntería y las intervenciones del portero Álvaro Montero impidieron cualquier intento de remontada.
La decisión del técnico Arturo Reyes de no rotar la nómina y dar prioridad a la base titular no fue suficiente para cambiar la suerte del equipo en los cuadrangulares. A pesar de los esfuerzos y la calidad demostrada en fases anteriores, el Junior no pudo superar la cohesión y la estrategia de un Millonarios que, aunque no tenía opciones de clasificar, jugó con dignidad y compromiso.
Esta eliminación marca un punto de reflexión para el Junior, que deberá replantear su estrategia y preparación para los próximos torneos. La nómina, considerada una de las más pesadas del semestre, no logró cumplir con las expectativas y deja una sensación de vacío en una afición que esperaba ver a su equipo revalidar el campeonato.
El fútbol es impredecible y, a veces, cruel. Para el Junior de Barranquilla, esta eliminación es un recordatorio de que cada partido es decisivo. Ahora, el equipo y su afición miran hacia adelante, la segunda fase de la copa libertadores esta a la vuelta de la esquina, además con la esperanza de que la próxima temporada traiga consigo la redención y la oportunidad de volver a lo más alto del fútbol colombiano.