La Ciénaga de Zapatosa, formada en el río Cesar, es el eje de la economía piscícola en los municipios de Chimichagua, Chiriguaná, Tamalameque en el Cesar y El Banco, Magdalena.
Elías Martínez, reside en el corregimiento de Candelaria en el municipio de Chimichagua. Tiene 47 años, de los cuales ha dedicado 30 a la pesca artesanal.
“Me dedico a la pesca porque en estos pueblos no sale más nada”. Él al igual que muchos habitantes de esta población ejercen esta actividad para ganarse el sustento diario.
La jornada de Elías quien pesca con trasmallo, arranca a las 3:00 de la tarde, se dirige a la Ciénaga en su canoa, lo acompaña uno de sus hijos menores, quien sigue minuciosamente el proceso, ansioso por aprender.
A las 4:00 de la mañana recogen la pesca, para llevar a cabo su labor tiene que sortear las condiciones climáticas, que a veces juegan en contra. “La lluvia, las tormentas con brisa no nos dejan hacer la pesca”.
Pero esa no es la única dificultad, el abandono del estado hacia los pescadores de estas zonas es una realidad que anhelan cambiar algún día. “El gobierno nunca le cumple al pescador. Hacen una reunión, prometen que van ayudar y no aparecen más”, expresa Elías, quien manifiesta sentirse decepcionado de la situación. “Uno siente rabia, pero toca seguir pescando. Siento mucha tristeza, se está acabando la Ciénaga y para el pescador nunca hay nada”, asegura.
Pese a esto, Elías vuelve a la Ciénaga todos los días en busca del sustento de su familia. “Me gustaría que mis hijos aprendan porque es un modo de ganarse la vida, pero también quisiera que la pesca tenga más garantías y sea mejor. Esta es una empresa que da plata, pero esto nunca se va lograr, hay mucha gente que no deja”, afirma.
Pero lo más insólito de su trabajo, de esas extensas jornadas en las que le pone el pecho a la brisa y al inclemente sol es que sus ganancias no compensan esta ardua labor.
“Uno se friega tanto aquí en la Ciénega y eso no vale de nada”, cuenta Elías. Hay días que uno lo que se gana son 10 mil pesos, es más lo que uno se jode que lo que gana”, asevera.
Por la venta de 100 pescados que logra recoger en con el trasmallo, le pagan 8.000 pesos, que es lo que viene costando uno sólo en cualquier mercado de la región. Sin embargo, Elías, quien encarna la realidad de los pescadores del Cesar guarda la esperanza de que la actividad pesquera sea dignificada.
Por. Andreina Galvez
Fotografía. Davian Ospino Zuluaga
