La vida de Diomedes Díaz, el “Cacique de la Junta”, estuvo profundamente marcada por su devoción a la Virgen del Carmen. Su fe, evidente en sus canciones y entrevistas, lo acompañó incluso en momentos de profunda adversidad, como cuando padeció el síndrome de Guillain-Barré en 1998. En su canción “Volver a vivir”, prometió construir una iglesia en Valledupar a la Virgen del Carmen si se recuperaba. Aunque superó la enfermedad, la promesa quedó incumplida tras su fallecimiento en 2013.
La muerte de Diomedes Díaz marcó el inicio de una serie de tragedias que azotaron a su familia. Su hijo Martín Elías, “El terremoto”, falleció en un accidente de tránsito en 2017. Posteriormente, su hijo Moisés perdió la vida en otro accidente en 2020. Recientemente, Miguel Ángel Díaz, otro de sus hijos, murió a los 37 años debido a una insuficiencia renal crónica.
Estas sucesivas pérdidas han llevado a algunos a especular sobre una posible conexión con la promesa incumplida de Diomedes a la Virgen del Carmen. Se han tejido teorías que vinculan estos eventos con las consecuencias de pedir favores a un santo y no cumplir las promesas realizadas. La creencia popular en muchas religiones asocia el incumplimiento de promesas con posibles consecuencias negativas, como problemas financieros, de salud, matrimoniales o la pérdida de seres queridos. Se considera que la persona que no cumple una promesa está en pecado y podría ser castigada.
Sin embargo, hasta el momento, la familia Díaz no se ha pronunciado sobre estas teorías, ni ha tomado la iniciativa de construir la iglesia prometida. La historia de Diomedes Díaz y sus herederos ha generado controversias sobre la fe, las promesas y el peso del destino, dejando un espacio abierto para la interpretación y el debate sobre la relación entre la devoción y los eventos desafortunados que marcaron a esta dinastía.
Por. Andreina Galvez Calderón