Habían pasado muchos años de tranquilidad y paz al interior del territorio de la sierra Nevada de Gonawindúa específicamente el ocupado por el glorioso pueblo Arhuaco. Después de la persecución que fue objeto el mamu Duane Villafañe por parte de la curia, y más tarde los asesinatos de tres de sus líderes sobresalientes, en los que se involucra a fuerzas oscuras del Estado colombiano no se habían sentido tantas intrigas hasta que el gobierno en aplicación reglamentaria de la Constitución de 2001, se le diera por entrometerse en los asuntos internos promoviendo divisiones con intereses políticos y económicos entre sus habitantes.
A partir de la nueva Constitución Política de Colombia se crea el Sistema General de Participación (SGP), con el objetivo de distribuir recursos de la nación a las entidades territoriales, en este caso al Resguardo, principalmente para educación, salud y saneamiento básico. Es a aquí donde los más vivos se aprovecharon de la inocencia y desconocimiento del resto del pueblo y se organizaron astutamente para hacerse visibles ante las entidades del estado y corromper el manejo de esos dineros, utilizados sin control con la complicidad de algunos funcionarios públicos corruptos.
Ese grupo minúsculo de líderes arhuacos entramaban todo para engañar a funcionarios del gobierno haciéndose pasar por Mamu y o autoridad de las respectivas comunidades, saneado todo con ese argumento mentiroso.
Cuando el gobierno de Álvaro Uribe, se le dio por construir los llamados “Pueblos talanqueros” ese minúsculo grupo de indígenas “vivarachos” encabezados por Leonor Zalabata, Gelber Zapata, Hermes Torres, Rogelio Mejía, Noel Torres, Saúl Mindiola, arropados con los supuesto únicos Mamu de los Arhuacos Enrique Márquez y Kuncha Nawingumu Izquierdo, y con la influencia de un funcionario enlace del DNP, se hicieron amigos del entonces director Diego Molano Aponte, quien a su paso después por el ministerio de defensa, tuvo de consejero espiritual a uno de los Mamu que acompañaban a esa caterva de avispados. Y se embolsillaron hasta el entonces presidente Álvaro Uribe haciéndose pasar por Mamus, Todavía lo visitan haciendo ceremonias espirituales cuando les conviene algo.
Después vino el gobierno de IVAN DUQUE. En esa administración ya tenían de peldaño a Diego Molano quien ocupara altos cargos y después Ministerio de Defensa, un creyente de los asuntos espirituales de Mamus, brujas y chamanes y les quedó fácil llegar a nombre del pueblo Arhuaco a los órganos del gobierno, específicamente al Ministerio del Interior del que se jactaban tener controlados, con decisiones del más alto nivel. Allí en la dirección de asuntos indígenas no se movían sin el visto bueno del presidente Ivan Duque, quien recibía los espíritus de los falsos Mamus que tenia de cabecera.
Pero el pueblo fue despertando de ese letardo sueño que durante más de 20 años los tuvo hipnotizados. También despertaron la mayoría de los legítimos Mamus y autoridades de todos los centros y zonas donde habitan más de 60 mil indígenas Arhuacos.
Internamente en las comunidades, fue surgiendo y creciendo el espíritu unido de un 98 por ciento de sus habitantes para desenmascarar a ese minúsculo grupo acostumbrado a vivir a costa de las influencias del pueblo. Con tantos años relacionándose con presidentes, ministros, gobernadores. Alcaldes y con entidades descentralizadas se hicieron conocidos y no permitían el surgimiento de otros líderes honestos, hasta cuando los verdaderos Mamus y autoridades dijeron “Basta ya”.
Salieron brillantes líderes de todos los rincones del territorio y pusieron fin al reinado de esa minoría que los dominó por mucho tiempo.
Germina el nombre ZARWAWIKO TORRES, líder nacido en el seno de una familia netamente tradicional orientada por su padre Napoleón Torres asesinado masacrado por el Ejército nacional, proceso que aún sigue estancado en manos del gobierno.
ZARWAWIKO TORRES fue nombrado y ratificado como consta en las actas firmadas por más de 200 Mamus y más de 65 mil nativos Cabildo Gobernador del pueblo Arhuaco de la sierra Nevada.
Pero culminó el gobierno de Ivan Duque sin que el Ministerio del Interior lo certificara conforme la Ley de origen y la constitucional. Los recursos no llegaron a la niñez para su educación, ni se vieron mejorías en los colegios, igualmente se le negó la atención en salud y saneamiento básico y en asuntos productivos. Pero el pueblo Arhuaco supo sortear tal situación de abandono de ese nefasto gobierno. Recuerden que allí estaban Diego Molano y demás aliados de ese minúsculo grupo encabezado por Leonor Zalabata, Gelber Zapata, Hermes Torres, Rogelio Mejía, Noel Torres, Saúl Mindiola, arropados con los supuestos únicos Mamu de los Arhuacos Enrique Márquez y Kuncha Nawingumu Izquierdo, que caminaba por los pasillos de ese gobierno como perro por su casa.
Al llegar las nuevas elecciones presidenciales el pueblo Arhuaco votó en contra de ese clan al que pertenecía Ivan Duque y Álvaro Uribe. Le demostraron a Diego Molano y a sus jefes, que el pueblo mayoritario decidía su propia suerte y prefirieron votar sin la presión de ningún político y en mayoría por GUSTAVO PETRO URREGO. No hizo falta que sus amigos aquí en el Cesar, como la senadora Imelda Daza, madrina política e ideológica de Leonor Zalabata, pidieran el voto de los arhuacos y es posible que le hayan dicho a Petro que fueron votos suyos. El pueblo Arhuaco voto con la esperanza de un cambio y por todo lo malo en contra de ellos de los anteriores gobiernos.
Pero la patada al pueblo Arhuaco fue más fuerte al nombrar en su gabinete a la vividora de todos los gobierno Leonor Zalabata. Y ella se llevó a su recua para el gobierno a torpedear como lo hicieron en los de Uribe e Ivan Duque, todo lo que se destine para esa gran mayoría que esperaba algo diferente de esta administración nacional, hasta el punto que ha tenido que intervenir la honorable Corte Constitucional para ordenar al Ministerio del Interior no entrometerse en los asuntos internos que decidan mayoritariamente los Mamus y autoridades del pueblo Arhuaco.
Mientras todo transcurre con parsimonia tanto en los estrados judiciales como en el gobierno nacional, más de 65 mil indígenas Arhuacos que votaron por Gustavo Petro siguen a merced de una decisión definitiva que se reconozca a ZARWAWIKO TORRES, Cabildo Gobernador, bajo el argumento señalado en la SU149 de 2025 de la Honorable Corte Constitucional, la cual viene cumpliéndose por parte de esa gran mayoría.
Hay que reconocer que son muchos los funcionarios del Estado que no conocen este lenguaje de los indígenas y se han dejado “engatusar” de ese minúsculo grupo que se han hecho pasar como las únicas autoridades del pueblo Arhuaco. Hoy los vemos paseándose por el mundo hablando hasta con el Papa, como falsos profetas, tal como lo hicieron en los gobierno de Álvaro Uribe e Ivan Duque.
BASTA YA.
Por. Un Indio Desventurado
Sierra Nevada de Gonawindúa – febrero 20 de 2025
